jueves, 1 de mayo de 2008

Tres comparaciones útiles

Aquí os dejo tres comparaciones con las que se puede hacer comprender a la gente sencilla ciertas cosas de Dios, sin usar lenguaje filosófico y hasta el punto que se puedan comprender estos misterios.

EL BIBLIOTECARIO

A la gente que dice no creer en Dios, decidles lo que decía Einstein: "Cuando entro en una biblioteca y veo los libros ordenados, deduzco que alguien los habrá ordenado... cuando veo el Universo tan complejo y tan perfecto, también deduzco lógicamente que Alguien lo ha establecido así, y ése es Dios."

EL PELUQUERO

A los que dicen que si Dios existe, por qué hay sufrimientos, guerras, etc., respondedles que, según esa deducción, tampoco debería haber peluqueros, y la prueba de no-existencia de los peluqueros la vemos en que hay gente con greñas, y calva. Dios está ahí para nosotros, pero si no acudimos a Él no nos puede ayudar, porque sería violar la libertad que Él nos ha dado.

EL AJEDRECISTA

Pero la doctrina cristiana enseña que Dios nos respeta en nuestra libertad y que A LA VEZ es Él el que lleva el control de nuestra vida, y todo ocurre según su voluntad aunque nosotros nos apartemos de Él. ¿Cómo es posible?, piensan muchos. Es un misterio incomprensible, pero no tan difícil de imaginar: lo vemos constantemente en una partida de ajedrez. El buen ajedrecista controla el tablero entero, pero sólo maneja la mitad de las fichas. No coacciona a su adversario en su libertad para elegir qué ficha mueve adónde, pero acaba haciendo lo que quiere él. Pues ¡cuánto más Dios, que maneja bastante más de la mitad de las fichas en nuestra historia y es muchísimo más listo que cualquier hombre!

(Espero que os sirva.)

6 comentarios:

Ciudadano de Sión dijo...

La comparación de Einstein se la debo a Opusprima, la leí en su blog (os recomeindo que lo visitéis, el link está en la sección "Blogs amigos"). Por ello, le doy las gracias.

La comparación del peluquero es de un fraile de la Luz, el hno. Martín. También a Él le doy las gracias.

La del ajedrecista es mía. Le doy las gracias a Dios por suscitármela.

Anónimo dijo...

Wenas Lukas!! Me gustan esas comparaciones. Ojala hubiera leido la del ajedrecista antes, porque ayer me hubiera venido muy bien decirselo a una amiga.
Me dio una mala noticia, y me quede tan sorprendida que no supe reaccionar. No le di una palabra, no fui luz para ella... la verdad es que no sabia q decirle.
Ahora me siento mal. Creo que quedaré con ella más adelante para hablar.
Por favor, reza por mi porque no estoy en mi mejor momento. También reza por mi amiga; se llama Laura.

Gracias!!

Muxos besos. Verónica

Ciudadano de Sión dijo...

Vero, tranquilízate en lo de no saber ser luz... la batalla es sólo de Dios, y las armas nos las da Él, y la victoria también. Es cosa suya. Si no leíste la comparación del ajedrecista es porque Dios no consideró que la necesitaras para esa conversación. O sea que mucha paz. ¿O te crees que por decirle un argumento tan pequeño (útil, si quieres, pero pequeño) le habrías abierto los ojos a la Fe?

Lo de la oración está hecho. Te voy a contar una cosa: un día, yo rezaba un rosario furiosamente, pidiendo la conversión de una persona... y al día siguiente estuvo peor. Pasó una época donde parecía ir a peor. Eso me hizo desesperar, ¿para qué rezaba yo por ésta persona, si no se veía ninguna mejora en su actitud? Pero a día de hoy, él está convertido. Porque Dios nos escucha, pero hace las cosas como y cuando Él quiere.

Anónimo dijo...

Gracias de todo corazón, Lukas!

Ciudadano de Sión dijo...

No se quién me ha dado las gracias, pero de nada. A mandar, que pá eso estamos.

Anónimo dijo...

Ha sido yo!! (Verónica)
No me acordaba que salgo como "anónimo" ;)