domingo, 1 de febrero de 2009

Cerrando mi vida

Así me siento: con un plazo de tiempo muy pequeño, tengo que cerrar mi vida. Terminarla. Y os preguntaréis por qué, aunque igual hasta lo habéis adivinado. Sí, es verdad: tengo vocación monástica. Me voy en apenas dos semanas a Murcia, al monasterio de Nuestra Señora de la Luz, a hacerme monje guadalupano eucarístico del Padre celestial (perteneciente a la Obra Eucarística del Padre Celestial, click aquí para información).

Dios llama a la gente a muchas vocaciones distintas, y a mí parece ser que me llama a esto. Me haré monje y, si Deu vol, estudiaré Teología y me haré sacerdote. Por supuesto, hay que matizar que yo entro como aspirante, y aunque haré vida de monje, no profesaré mis primeros votos hasta dentro de tres años. Puede ser que finalmente Dios me haga ver que esta no es mi vocación y me devuelva a la vida laica, pero de momento creo que es esto lo que me pide y le he dicho que sí.

Os cuento esto por dos razones: primera, porque dejo de publicar en este blog. Segundo, para que os alegréis conmigo y recéis por mí. Como dijo el pastor cuando encontró la oveja perdida, ¡felicitadme!

jueves, 22 de enero de 2009

Poco ambiciosos

El otro día vi un programa de investigación muy interesante en el que se mostraban distintas iniciativas de protesta: aparecían ecologistas de Greenpeace enganchados a una central nuclear, un grupo de ecologistas pro-animales rescataban gallinas de criaderos intensivos, un grupo de activistas sociales ocupaban un banco para protestar que la crisis sólo afectaba a particulares, y los bancos estaban siendo subvencionados y por tanto salvaban el culo... no sé, varias cosas.

Lo veía con una persona muy querida por mí que, desgraciadamente, no acepta la Iglesia. Esta persona se quedó impresionada con los ecologistas que aparecieron, y al terminar el reportaje comentó la gran entrega de esa gente joven a ideales tan grandes.

Pero, ¿qué es encadenarse a una central nuclear si lo comparas con atender a un enfermo que se muere, y poder dar salud y amor a la gente que no tiene nada -como hacen tantas órdenes, como las Misioneras de la Caridad-? ¿Qué es más épico, salvar una gallina o salvar un alma humana? La ecología está muy bien, pero entre irme a hacer el tonto a una central nuclear o a una plaza de toros o irme a evangelizar a otro país (o en el propio), prefiero lo segundo. Un ecologista decía que la vida no tiene sentido si no estás dispuesto a morir por algo, y que el planeta valía la pena. ¡Que les digan los mártires por Quién vale la pena morir!

Mi impresión del programa fue que había gente idealista en el mundo, pero poco ambiciosos. ¡Salvar el planeta pudiendo salvar a la humanidad! ¡Amar a los animales, cuando se puede amar a Cristo! Pobrecillos, desgañitándose por la Tierra mientras Dios les espera en el Cielo con los brazos abiertos.

El príncipe de la paz

No entraré a comentar el conflicto lamentable que está ocurriendo en la zona de Israel - Palestina (excelentes opiniones al respecto las hay en el blog de Opusprima). Pero me da pena pensar que de nuevo nos hemos metido a luchar entre hermanos.

Los judíos de los tiempos de Cristo pensaban en un libertador político, ellos esperaban -y esperan- alguien que a la fuerza instaurase el reino de Israel, un reino en el que ellos serían los reyes del mambo. Ni siquiera se pararon a leer correctamente las profecías mesiánicas, que en Jesús se cumplieron con tanta exactitud que se acusa a los autores de los evangelios de escribirlos con los profetas en la mano. Una de las profecías por las que parece evidente que este caudillo militar, este instaurarse el reino de Dios por la fuerza, es una interpretación FALSA, es precisamente la que anuncia que el Mesías será llamado "príncipe de la paz". No, no dice "señor de la guerra", lo siento.

Tanto los judíos como los islámicos han visto la religión fuertemente ligada con esa idea equivocada en la que Dios es un personaje que quiere guerra, y demuestra su bendición ganando las batallas. Y, curiosamente, estos dos pueblos que creen este error (muy especialmente arraigado en los islámicos) estan en una contienda sempiterna, y actualmente, en guerra. Quizá es hora, no de defender el derecho de unos a defenderse o de los otros a atacar (insisto en que eso lo encontraréis bien expuesto en el blog antes citado), sino de anunciar el auténtico reino de Dios, uqe pasa por una cruz. La mansedumbre y el amor salvarán a esos pueblos, y al mundo. Jesucristo nos salva de esta forma, extendiendo sus brazos en la cruz.

Habrá quien diga que esto no es práctico, que eso les dará la victoria a los que usen la violencia. Puede ser que maten a gente, sí. Pero quisiera recordar la pregunta socarrona que dijo Stalin: "¿Cuántas divisiones [de tanques] tiene el Papa?". Hoy en día ya no hay sucesores de Stalin,, pero sigue habiendo Papa. Y no existe la URSS, pero sigue habiendo Iglesia en esos países comunistas donde se intentó destruir. Porque el Príncipe de la Paz gana las batallas. El Príncipe de la Paz salva. Y es al Príncipe de la Paz a quien hay que llevar a esos pueblos que a día de hoy se están dando mandoblazos.

jueves, 8 de enero de 2009

Calidad contra oración, mundo contra Dios

Una idea extraña me ronda la cabeza últimamente: la idea de que no puedo seguir robándole a Dios la autoría de mis (sus) obras.

Me explico: estoy viendo que las cosas se deben hacer contando con Dios desde el principio y veo que yo no lo hago así, que yo lo que hago es esforzarme en, por ejemplo, redactar unas entradas de blog suficientemente buenas y esperar que Dios "inserte" su Espíritu en ellas para lograr transmitirle a Él. Y está mal, lo correcto sería que ésto se iniciara siempre con una profunda contemplación de mi Amado, y los textos saldrían de las palabras que me susurrase al corazón. Me doy cuenta de hasta qué punto es errónea la calidad, ya sea en textos, pensamientos, filosofía, música, o lo que sea, si ésta no nace del gozo de Dios. Debo abandonarme en sus brazos, y dejar que Él haga el trabajo, poniendo mi exiguo talento como un apoyo, pero nunca como lo principal.

Lo he observado en la música: Jimi Hendrix era un genio, igual que Eric Clapton y tantos otros... pero luego el Ministerio Nacional de Alabanza (MNA) de la Renovación Carismática (formado en su mayoría por músicos de pandereta y que siempre sale al escenario con menos ensayos encima de los necesarios) trae al Espíritu Santo y éste toca el corazón de las personas y hay conversiones en esos retiros, aunque la calidad de la música sea mucho peor que la de muchos músicos con talento pero sin Fe.

¿Lograré yo, Lukas Romero Wenz, aprender la lección de que es mejor ser un miembro del MNA que un Clapton, Hendrix o Sígur Ros? ¿Lograré entender que más que la calidad importa la oración y el abandono en Cristo mi Señor? No lo sé. A quien lea esto, que rece por mí.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Vídeos de Navidad

Bueno, ésta es una entrada que desaparecerá cuando acabe Navidad, o sea, el día de Reyes aproximadamente. Son varios villancicos y canciones de Navidad, interpretadas de forma muy original. Son, en orden: "Joy to the world" interpretada en acústico por Michael Sweet, "Jingle Bells" en el estilo rockabilly de Brian Setzer, y una versión heavy de Stryper de "Walking in the winter wonderland". Disfrutadlos... mientras podáis, jeje.



jueves, 18 de diciembre de 2008

El tamborilero, por Michael Sweet

Me gustan poco o nada los villancicos, debo reconocerlo. Pero el tamborilero siempre me ha fascinado, porque me parece que es la actitud del cristiano. Todos queremos ofrecer algo digno a Dios, no podemos porque Él es demasiado grande, así que le ofrecemos lo mejor de nosotros, nuestro mejor talento, sabiendo que no es digno de Él, que Él merece más, pero sabiendo también que Él aceptará nuestra pobreza. He aquí una versión del tamborilero de Michael Sweet. Un pequeño regalo.



EL TAMBORILERO

El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su viejo zurrón
rom pom pom pom, rom pom pom pom.

Yo quisiera poner a tu pies
algún presente que te agrade Señor,
mas Tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor,
rom pom pom pom, rom pom pom pom.
¡En tu honor frente al portal tocaré
con mi tambor!

El camino que lleva a Belén
voy marcando con mi viejo tambor,
nada hay mejor que yo pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor
rom pom pom pom, rom pom pom pom.

Cuando Dios me vio tocando ante Él me sonrió.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Manifiesto antinavideño (II)

(Click aquí para la primera parte)

-NO ES CURSILERÍA. He escrito la primera parte por si acaso, aunque creo que los cristianos mínimamente comprometidos no serán tan incoherentes como para vivir la Navidad de la forma ahí denunciada. No ocurre lo mismo con esta parte, porque muchos han convertido la Navidad en una fiesta rosa y cursi hasta la repugnancia. No es malo ni cantar villancicos ni besarle los pies a la figura del niño Jesús, pero creo que se puede tener la cabeza suficiente como para trascender esos gestos. En demasiados casos parece que la celebración navideña de la gente se apoya en eso hasta tal punto que eso es lo único importante. Y eso son sólo adornos prescindibles. No es necesario vivir la Natividad cantando que los peces beben en el río y la virgen hace la colada, sino recordando que "hoy os ha nacido un Salvador, que es el Cristo Señor, y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (cfr. Lc 2, 11-12). Por tanto, recordemos en primer lugar que esta Natividad para la que nos preparamos por espacio de cuatro semanas es una fiesta gloriosa y eminentemente contemplativa, no una fiesta folclórica y absurdamente infantil.


¿CÓMO VIVIR LA NAVIDAD? Ya lo he dejado escrito en las líneas que preceden, pero lo sistematizo: para vivir la Navidad, podemos dedicar nuestros ratitos diarios de oración a la contemplación del misterio de la humildad de Cristo, que nace pobre, que nace por nosotros. Asistencia a las misas de precepto (y si es posible más, nadie se ha muerto por ir a Misa aunque "no tocara"), pero también, en las sanas y hermosas reuniones que tendremos con aquéllos a los que más queremos, es bueno rezar todos juntos , si es posible (si todos son creyentes o aceptan rezar). Recomiendo especialmente que la noche de paso a Año Nuevo se rece algo, un Rosario por ejemplo, por reparar toda la oleada de pecados que tantos cometen en esa noche. Y luego, seamos portadores de una serena alegría, no una alegría exaltada y artificiosa, que demuestre a los nuestros que, lejos de ser éstas unas fiestas de artificio y consumo, o de cantos y adornos ridículos, es una fiesta importante para nuestra vida. Feliz Navidad a todos, y pasadlo muy bien.

Manifiesto antinavideño (I)

Evidentemente, no voy a ponerme en contra de la fiesta litúrgica de la Natividad del Señor. Pero os quisiera recordar, mis exiguos lectores, lo que NO es la Navidad, para acabar proponiendo una Navidad como Dios manda -y nunca mejor dicho-.

NO ES CONSUMISMO. Qué fácil es decirlo, y qué difícil recordarlo en la práctica. Recordemos los cristianos que debemos distanciarnos de la concepción navideña de los ateos (teóricos y prácticos), que celebran una fiesta que se podría llamar lo mismo "navidad" que "fiesta de Papá Noel y el invierno" o "celebración de comer mucho y regalar en exceso". Recordemos también que una celebración puede ser digna sin excesos presupuestarios y sin necesidad de caprichos inútiles. Nuestro Señor no reconocería el día de su nacimiento en esos fiestones consumistas que los cristianos, desgraciadamente, hacemos a imitación de los no creyentes. Y vergüenza da tener que recordarlo, pero ni en Nochebuena ni en la celebración de año nuevo ni ningún otro día es moralmente lícito emborracharse.
Navidad es celebrar que nuestro Señor ha venido al mundo. Y ni vino rodeado de lujos, ni le celebraron un banquete, ni los pastores lo celebraron con un "pedo". Esto no es una bronca ni yo soy el padre de ninguno de vosotros mis lectores, pero hagamos el favor de ser luz en el mundo. Por tanto, moderación, sencillez y sentido cristiano de las celebraciones. Recordemos que en todos los días señalados de Navidad, lo más importante es la Misa, y en segundo lugar el poder compartir la alegría de la fiesta con tus familiares y amigos. Y lo demás son añadidos, por caro que sea el turrón y el champán de Año Nuevo.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Tolerancia cero

No me gusta meterme en cosas políticas ni en polémicas, sin embargo creo que toca hacerlo. Lo primero que hay que decir es que yo también estoy muy preocupado por el auge de la violencia doméstica, eso que ahora se empeña la gente en llamar "violencia de género". Sin embargo, debo decir que no puedo estar más en desacuerdo con el mensaje que se transmite de "Frente al maltratador, tolerancia cero".

"Tolerancia cero" es la forma bonita de decir "no perdones". Eso es lo que se transmite hoy en día: frente al maltratador, no hay perdón posible. No fue eso lo que nos enseñó nuestro maestro, el gran JC: él fue maltratado y desde la cruz no gritó "¡tolerancia cero!", sino más bien lo contrario, perdonó a sus asesinos. A SUS ASESINOS, A LOS QUE LE ESTABAN MATANDO. Creo que una vez más, hemos de tomar ejemplo de Él. Habrá situaciones en las que no quedará más remedio que denunciar, y puede que haya muchas; pero no se puede generalizar y arrancar de la gente la idea de perdón. Estamos obligados los cristianos a recordar al mundo que una vida mucho más infernal que la vida de maltrato es la vida de aquél que no puede perdonar, y vive consumido por el rencor esperando a que se haga justicia con el que le hirió. Es muchísimo peor.

Además, yo creo firmemente que la forma de acabar con esas cosas es amando y perdonando. Y explicaré por qué: conocí a un hombre que le maltrataba su hijo. Hubo un momento en que la situación se hizo insostenible, el hijo estaba enfermo y no podía dejar de pegar a su propio padre. Todos los amigos de la familia recomendaron a ese hombre que ingresara a su hijo en un psiquiátrico (era menor y podía hacerse, si hubiera sido mayor le habrían animado a denunciarle). Y aquí viene lo extraordinario: el hombre se negó. Dijo que su hijo se curaría en casa, que lo que necesitaba era sentirse amado y perdonado. Fue muy duro, pero ahora han pasado varios años y en esa casa han cesado los maltratos completamente. El hijo aprendió el valor del perdón, se hizo cristiano y lo último que supe de él es que iba a hacerse religioso. Porque a eso es a lo que lleva amar y perdonar, a la redención. La tolerancia cero sólo generará dolor, dolor y dolor. Es una pena.

sábado, 29 de noviembre de 2008

History maker

Esta es una canción de un grupo que se llama Delirious?, así, interrogación incluída. Se sale un poco del estilo rocanrolero que he ido llevando hasta ahora, porque es más melódica, pero es preciosa y me encanta. El vídeo es típico vídeo de un freak que ha cogido fotitos y ha montado una cosa simplona, pero es la única versión en estudio que he encontrado.
Disfrutadla. La letra está bastante bien.



HACEDOR DE HISTORIA

Es verdad hoy en día
que cuando la gente reza
cielos despejados se abrirán
y reyes y reinas temblarán.

(Puente)
¡Sí, es verdad,
y yo lo creo!
Vivo para Ti.

Es verdad hoy en día
que cuando la gente reza
los muertos resucitarán,
y los ciegos de pronto verán.

(Puente)
¡Sí, es verdad
y yo lo creo!
Vivo para Ti...

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(Estribillo)
Yo voy a ser un hacedor de historia en este lugar.
Yo voy a ser quien diga la verdad a la humanidad.
Voy a a estar, voy a correr,
en tus brazos, en tus brazos otra vez;
en tus brazos, en tus brazos otra vez.

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Es verdad hoy en día
que cuando la gente permanece
con el fuego de Dios,
sosteniendo lo verdad

veremos milagros
y a ángeles cantar,
veremos corazones rotos
haciendo historia.

(Puente)
¡Sí, es verdad
y yo lo creo!
Vivo para Ti...

(Repite estribillo)