lunes, 19 de mayo de 2008

El arte como forma de evangelización

Creo en el arte como forma de evangelización, sea cual sea la disciplina. Pero una charla con un muy buen amigo me hizo darme cuenta de que no todos los cristianos piensan igual. Intentaré explicar por qué creo que el arte es bueno para evangelizar.

El arte nos mueve como personas, nos hace mella en nuestro ser trascendente. El arte eleva a la trascendencia porque se dirige a la persona completa. Me explico: el arte no es algo que emociona, o gusta, o hace pensar solamente. Se dirige al ser entero.
El ser humano tiene tres cualidades únicas, que le hacen humano: su inteligencia, su voluntad y su sentimentalidad (capacidad de amar, sentimientos). Para disfrutar del arte se precisan las tres. Ejemplo: voy a ver una exposición de pinturas. Esto es una decisión de mi VOLUNTAD. Llego y algunas pinturas me emocionan y gustan más que otras (SENTIMENTALIDAD), y, al gustarme, el mensaje que tranmiten logra hacerme pensar (INTELIGENCIA). He sido movido en mi persona completa.
Ah, pero la tracendentalidad del ser humano es algo que sólo encuentra respuesta en su relación con Dios. Si no, este sentido trascendente nos angustia, porque no encontramos nada que lo explique y nos calme. Y si el arte logra elevar a la trascendencia, y la trascendencia se reposa en que estamos llamados a la relación con Dios, ¿cómo no vamos a usar el mismo arte para expresar esa relación?

Vuelvo al ejemplo anterior, variándolo un poco: soy ateo y, por compromiso, voy a una exposición de pinturas cristianas. Pero, al llegar, miro las pinturas. Podría no hacerlo, estoy ahí por compromiso, pero lo hago. Es una decisión. Entra la VOLUNTAD. Entonces me llama la atención un cuadro de un crucificado. Está tan bien pintado que despierta algo en mí (SENTIMENTALIDAD). Y entra en juego mi INTELIGENCIA, que trata de interpretar el mensaje del cuadro. ¿Y a qué me está llevando ese cuadro sino a Dios? Puede que yo como ateo no me convierta en la sala de exposiciones, puede que el artista que pintó nunca vea los frutos de sus pinturas en mi alma... pero ese cuadro me conmueve en mi persona entera, y ése es el primer paso para cambiar de vida.
Ésto es lo que quiero decir: el arte es capaz de salvar almas.

6 comentarios:

Ciudadano de Sión dijo...

Léase en "exposicion de pinturas" cualquier manifestación de cualquier arte. Si es poesía, lee "recital" o "libro de poemas". Si es escultura, "exposición escultórica". Si es música, "concierto" o "álbum".

Anónimo dijo...

El arte por su dimensión espiritual, no material, tiene la capacidad de interpelar a la voluntad, a los sentidos, a la inteligencia... y a libertad del hombre. De modo personal, por ejemplo, cuando he entrado infinidad de veces en la Basílica de San Pedro he sentido tanta presencia de Dios en la Piedad, que se encuentra entrando a mano izquierda!! El arte puede ser tan evangelizador!

Opusprima

Elinge dijo...

Hola Lukas:

Los sentimientos vienen y van.

La afectividad: Los sentimientos ordenados, educados, como debe ser sometida la voluntad.
La práctica de las virtudes como la fortaleza, templanza... se ven acrecentadas con la belleza de lo ordenado.

No sea posible que confundamos amor con sentimiento.

El arte, la belleza de la obra humana, como la del Creador en nuestro entorno, nos llevan a recogernos, a meditar, a rezar y el que reza se salva.

La música y la pintura preferentemente tienen capacidad de elevar el espíritu que está orientado a Dios.

El espacio, la arquitectura, permite que los movimientos del cuerpo sean oración, albanza a Dios; el rito, la liturgia.

En la conversión de mucha gente una llama de una vela, una sencilla flor, han sido el desencadenante de la predisposición para aceptar la Gracia.

Muchos ateos visitan iglesias y se empapan de buen arte, pero salen igual de fríos como entraron, el arte en sí no es capaz de salvar, el Espíritu Santo da el chispazo necesario, luego nosotros pondremos las mejores maderas a arder para la buena lumbre, y si no hay arte, pues con papel de periódico, lo que sea con tal de que no se extinga la llama...

Me gusta mucho tu blog.

Marcos Emiliano Mesa dijo...

hermana, te dejo un pequeño desafio que espero que continue, entra aqui y lee: http://vivamos-nuestra-fe.blogspot.com

Ciudadano de Sión dijo...

Elinge: por supuesto que lo sentimientos vienen y van. Eso era lo que pretendía expresar en esta entrada, aunque veo que no lo he conseguido: el arte nos eleva a la trascendencia en nuestra persona completa, y por eso el arte debe expresar a Dios para evangelizarlo. El arte puede usarse para emocionarse simplemente, o puede servir para ser analizado por un experto, pero el origen del arte es un hombre fascinado por la belleza que le rodea y que busca expresar esa belleza. Hay gente a la que visitar obras de arte cristianas no le dice nada, es cierto... pero como cada persona es diferente, hacer arte cristiano es esperar que alguna persona sea movida en su ser completo hacia el diálogo con Dios. En algunos no lo conseguiremos...


Lo que dices del amor... es cierto que el amor no es sentimiento, pero sin duda alguna es un fenómeno que se apoya en gran medida en él. También precisa voluntad para ser completamnte amor, pero lo he pusto en la parte sentimental porque la parte sentimental del amor es quizá la que menos se explica, aunque a la larga pueda ser menos importante. El sentimiento varía y se esfuma... pero sin sentimiento no hay aunténtico amor.


Gracias por comentar y por corregirme. Esto es una cura de humildad, pues veo que en este post no he conseguido expresar lo que quería... bueno es recordar que soy un humano falible. MUY FALIBLE

Elinge dijo...

No te corregía Lukas, comentaba a raíz de lo leído en tu post.

Lo del amor y el sentimiento no lo desligo, pero ese error juvenil, lleva a no pocos disgustos en el sacramento del Matrimonio, lo sabes.

Me gusta como escribes, eres claro y las ideas las trasmites sin arficios.

Creo que tiene que haber chispazo, y que no podemos luego justificarlo como merecido por haber visto o haber hecho,o lo que sea, ser humildes diciendo; pues no lo merecía, yo merezco mil infiernos y no tanto Amor, su perdón y rteconciliación.

ya ves, que soy yo quien me expreso mal, y te pido perdón si me has leído crítico, pero si en otro post leo algo que no crea sea bueno...lo comentaré, a mi me gusta tu blog.

Todas las curas de humildad que he sufrido, eso, las he sufrido, a mi me han dolido, como un chiquillo, si, pero veo que han valido la pena, cuando veas que algo te pica, escuece, mira si tienes algo de Amor propio, rasca para quitar la mugre y tranquilo, sin perder la paz sigue caminando, pero si arrebata por que es falso, entonces batállalo, si algo te chispea la ira, lo mejor es dejarlo para que no prendan esas llamitas, pues de un enojo, digas lo que digas con la lengua, al final encontrarás que has cometido al menos falta al hablar.

Chico, tienes lectores vivos,¡Bendito sea Dios que tanto nos ama!.