miércoles, 16 de enero de 2008

NUEVO SALMO RESPONSORIAL

Tú eres la poesía, Señor, que se derrama desde mis labios polvorientos.

Camino tras tus pasos por el afilado camino de un verso. Tu perfume se deshilacha, se prende de los matorrales. Hay algo en el aire… quizá hoy me toque tu dulzura.

Tú eres la poesía, Señor, que se derrama desde mis labios polvorientos.

Miedo, duda, terror… todo huye de tu luz. Se acicala el rocío, vuelven las palomas. Se oye una extraña música por todos lados. Quizá sea tu eco, tu regreso triunfal sobre las olas de un Sinaí resucitado.

Tú eres la poesía, Señor, que se derrama desde mis labios polvorientos.

Tú eres la poesía que se derrama de mi ser. El golpeteo del martillo, las sienes y manos agotadas, todos se han asomado al sol en este castillo derrumbado. Corre tu descanso por sus venas.

Tú eres la poesía, Señor, que se derrama desde mis labios polvorientos.

Te presento mi poema quebradizo, tú sonríes y me besas, tú me acunas. Me duermo mecido en tus caricias, mientras bebo la savia del bosque de tus labios.

Tú eres la poesía, Señor, que se derrama desde mis labios polvorientos.

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