domingo, 26 de octubre de 2008

Misterios gozosos, guía de la familia (II)

(Lo mejor es leer estos artículos en orden.)

SEGUNDO MISTERIO: LA VISITACIÓN

Vemos en este misterio un llamado a compartir. Habiendo aceptado la virgen su vocación, se va a casa de su pariente Isabel. Ellas comparten sus experiencias y alaban a Dios por lo grande que ha sido con ellas.

De esta forma, podemos deducir que, aunque la vocación es de cada familia y por tanto una no puede calcar su actuación de otra, dado que hay variantes a tener en cuenta, sí es importante que las familias cristianas se unan y se den experiencias y apoyo mutuo, o incluso consuelo y ayuda en caso de que lo necesiten. De hecho, recordemos que la virgen va a casa de su pariente a ayudarla. Así, entramos en una mirada de iglesia: todo el pueblo de Dios se ayuda mutuamente, en los buenos momentos con apoyo y felicitaciones, en los malos con un apoyo MAYOR y con toda la ayuda que está en su mano. Y es evidente que aunque cualquiera puede echar una mano a cualquiera, la similitud de las situaciones hace que en ciertas cosas la ayuda sea más eficaz si viene de una familia y va hacia otra. Las familias no deben desentenderse, pues, de la gran obra que pueden realizar.

El mensaje de este misterio es por tanto a incluir la vocación familiar en una perspectiva eclesial: mi llamada no es sólo mía, ni sólo dedicada a mi familia, mi cónyuge e hijos (aunque éstos sean primordiales), sino que debo abrir mi experiencia a todo aquel que necesite aprender de ella, y formar así iglesia, pueblo que camina unido y complementa el carisma de uno con el de otro.

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