lunes, 9 de junio de 2008

Spes (esperanza)

Oí en un capítulo de C.S.I. una cosa que se quedó en mi cabeza dando vueltas: un médico asegura que, como médico, él vende esperanza, y que ésta es la base de la medicina. Uno de los protagonistas de la serie le replica: "La base de la medicina es la curación. LA DE LA ESPERANZA ES LA ORACIÓN."

Se me antojó brillante este consejo que sin querer me daba una serie nada religiosa. Creer en Dios uno y trino, es decir, ser cristiano, se fundamenta en la Fe. Pero esta Fe no sería nada si se quedase en una mera creencia, sólo hay que ver la cantidad de gente que cree en Dios pero no le rinde ningún culto ("yo creo en un Dios pero no en la Iglesia" y cosas así se oyen a diario). Pero el cristiano se somete a una serie de cultos profundísimos porque no sólo cree en Dios, sino que además ESPERA en Él y en sus Promesas, que es lo que conocemos como esperanza. De esta forma, las virtudes teologales de la Fe y la Esperanza no sobreviven la una sin la otra: la Fe que no espera no es Fe, sino creencia supersticiosa, y la Esperanza sin Fe es una estupidez, ya que esperar sin creer en Dios es esperar en nada. (Y ambas virtudes teologales encuentran su expresión en la aplicación en la práctica del mensaje deDios, es decir, en la Caridad, que san Pablo denomina "la mayor de las tres".)

Tanto la Fe como la Esperanza se consiguen sólo por regalo de Dios, y el creyente sólo las recibe y aumenta pidiendo a Dios que se las dé o aumente. En este sentido ambas tienen como base la oración, pero la Esperanza la tiene ESPECIALMENTE como base porque sólo espera en Dios el que se comunica con Él. Así, el que pide espera que se le dé; así, el que alaba espera que Dios escuche y se complazca en su alabanza. Por eso, el que espera en Dios reza. Se pone en contacto ESPERANDO SER ESCUCHADO. Y así con su Esperanza en ser escuchado alimenta su Fe en el Dios que le escuchará, y cuando Dios le responde puede decirle verdaderamente que "su Fe le ha salvado". Su Fe le salva, sí, pero cuando cobra vida y se convierte en espera confiada frente a la adversidad. O sea, Jesucristo nos salva o cura por nuestra Fe, pero nuestra Fe encuentra su apoyo en nuestra espera confiada. El ser humano no sólo se salva por Fe, dice Santiago en su epístola, y tiene razón: se salva por Fe y Esperanza. (Y caridad, of course... os debo un artículo sobre la caridad.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la frase de la serie que citas. También es frecuente oir a alguien decir que cree pero que no practica. En cierto modo, en mayor o menor medida todos cometemos el error de pensar que es Dios quien debe amoldarse a nosotros y no al revés. Ya espero el texto que dedicarás a la virtud teologal que falta. Un saludo Lukas.

Ciudadano de Sión dijo...

El texto se está gestando, Opusprima... Gracias por comentar.