martes, 22 de julio de 2008

Génesis (II)

Pero el diablo, un ángel rebelde que había decidido que él era más que su Creador y había sido expulsado del Cielo, tenía celos de la relación que esa criatura, ese animal, tenía con Dios. Creó en el hombre la duda de que si Dios le había hecho auténticamente libre, atacando primero a la mujer, a la que veía más vulnerable. Pronto empezaron las conversaciones entre la pareja de primeros seres humanos, a espaldas de ese Dios que les amaba.

-Si somos libres, ¿por qué no podemos hacer lo que queremos? ¿Por qué hemos de vivir para Él? ¿Quién es Él para hacernos esclavos suyos? -preguntaba Eva a su marido, tras haber sido "trabajada" por Satán.

-Pero si somos libres... lo único que no podemos hacer es utilizar nuestra inteligencia para algo que no es su fin, que es decidir nosotros que algo malo es bueno o algo bueno es malo...

-Adán, querido, en la práctica eso significa que no tenemos libertad. Sólo podemos hacer lo que Él quiera. Podemos administrar la creación como queramos, sí... pero al fin y al cabo seguimos en lo mismo: obedecemos su orden tiránica de administrarla. Eso no es libertad. Yo soy Eva, soy distinta a Dios, soy lista y quiero ser yo misma.

Poco a poco, Eva logró convencer a Adán de las mentiras que el diablo le había metido en la cabeza. Dejaron de relacionarse con Dios, y así, empezaron a pedirle a Dios cada vez más una "coexistencia pacífica", una relación en la que no serían amantes, sino que el Amor de Dios se manifestaría en dejarles hacer lo que quisieran. Las cosas les fueron peor y peor en su matrimonio. En el mismo momento en que dejaron de mirar a Dios, su egoísmo les hizo darse cuenta de que el otro les podía utilizar. Para evitarlo, los dos trataron de utilizar al otro antes. Al poco, habían abandonado a Dios, y se alejaban en el camino de su egoísmo. Satán reía y Dios lloraba a lágrima viva, mientras les llamaba a gritos. "¡Amor mío, amor mío! ¡Vuelve aquí!"

-¡Déjanos en paz! ¡Nos has esclavizado, obligándonos a hacer lo que quieras! ¡Has intentado anularnos!

El hombre, presa de su egoísmo y su amargura, y alienado por las insidias del diablo, no podría volver con su creador. Dios lo creó para ser su amante, pero el hombre se apartó de Él, y Dios le vería morir de sed de amor, pero jamás podría volver junto al Amor de su Dios, su orgullo se lo impedía. Ésa fue su caída. Ése fue el Edén que perdió.

Y por eso tuvo que bajar Dios a redimir a la humanidad de su egoísmo. Por eso murió en la Cruz, para mostrar a los hombres el camino de vuelta que ellos no pudieron recorrer.

6 comentarios:

Elinge dijo...

Hola Lukas:

Me ha gustado mucho, por la profundidad en la existencia diaria de este 'génesis' particular.

“que es decidir nosotros que algo malo es bueno o algo bueno es malo”, engañarnos y mentir.

“obedecemos su orden tiránica de administrarla”, juzgamos la ley.

“soy lista y quiero ser yo misma.” Soberbia.

“Poco a poco, Eva logró convencer a Adán de las mentiras que el diablo le había metido en la cabeza.” Eva pecó consintiendo, tentó a Adán, como Satán pecó rebelde y tentó a otros a hacerlo, cuando se sublevaron entonces se produjo la Batalla en el Cielo y fueron ‘arrojados a Tierra’ terminando 'el tiempo' de la prueba angélica.

Tu versión del Génesis que sigue es genial, y creo se puede aplicar a cada uno de nosotros sin dificultad.

Bajó por Amor. Nos redimió por Amor.

Ese camino es el Amor por el que se Baja y se Sube, Él, y cuando se halla, entonces se aprende a amar como Dios ama, aprendemos lo que queríamos, Amar, ‘ser como Dios’ nos llevará una eternidad, pero Él así lo quiere, hágase! Porque es Bueno.

Ciudadano de Sión dijo...

Gracias, Elinge. El texto es en parte inspirado, o sea que el mérito no es mío. Yo soy un inútil pecador al que Dios algunas veces usa.

Lukas Romero

Elinge dijo...

Bueno Lukas, como todos, amigo.

Pero me gusta ver que al escribir, Él en ti encuentra buena pluma.

Felicidades, me gusta mucho tu blog.

Anónimo dijo...

Ay, si supieramos agradecer al Señor que nos ha hecho a imagen y semejanza! Los ángeles si tienen envidia, se mueren de ella por ver el Amor que el Padre nos profesa y nosotros, en cambio hechos hijos auténticos de Dios por la preciosísima sangre del hijo,parecemos renunciar a tan mayúscula herencia eterna.

Maravilloso escrito Lukas, de verdad.

Anónimo dijo...

Más que correcto. Lukas deja claro que es el hombre quien se aparta, quien se autocastiga o autolastima, y que es Criito quien viene a sanar y salvar al hombre de su enfermedad.

Saludos.

Spek

Ciudadano de Sión dijo...

Gracias, Spektro y Opusprima. Mi intención era esa, intentar dejar claro lo que significa el relato de Adán y Eva (culpa del hombre, a pesar de Dios). Demasiada gente sigue con la imagen de "Adán muerde una simple manzana, Dios se cabrea y echa a Adán y Eva, pobrecillos míos, del paraíso". Me llamó la atención que demasiada gente cree que los primeros padres se arrepintieron de haber cometido su pecado. ¿Dónde está escrito eso en el relato del Génesis?

Lukas Romero