martes, 8 de julio de 2008

Las cuatro palabras (I)

En mi opinión, ser hijo y siervo de Dios se puede resumir en cuatro palabras, que muestran el "grado de aceptación", por decirlo de alguna manera, de lo que Dios quiere que hagamos y aceptemos. Ser cristiano es poder ser definido con esas cuatro palabras. Una forma muy clásica de ésto es la de ser CRISTIANO (seguidor de Cristo), CATÓLICO (que significa universal), APOSTÓLICO (creo en la apostolicidad de la Iglesia y sé que es necesaria) y ROMANO (creo en que el Papa fue designado por Cristo como primero de los Apóstoles). He aquí cuatro palabras alternativas, que también nos definen como hijos de Dios y sujetos a su Voluntad (lo gracioso es que algunas de las palabras se usan de insulto, jeje).

-Yo soy CRISTIANO. Creo en que Jesús de Nazaret es el Cristo, el hijo de Dios y segunda persona de la Trinidad. Creo en que Él es el único que puede perdonar mis pecados por su sacrificio en la Cruz, y creo en que Él ha vencido a la muerte y le ha sido dado todo poder sobre el Cielo y la Tierra, y vendrá al final del tiempo a juzgar a vivos y muertos. Ésta es con diferencia la más importante de las palabras, hasta el punto de que el resto son una extensión de ésta, es decir, creemos en la Iglesia porque la fundó Él, en el Papa porque Él lo nombró, etcétera.

- Soy MARIANO. Por ser la virgen Madre de Dios, y haber sido voluntad de Cristo que la acogiéramos como madre nuestra, al pedir a san Juan, que nos representa a todos los "discípulos que tanto Le queremos", que la cuidara. Ser mariano implica reconocer que el camino fácil a Dios es María, que es nuestra intercesora ante el Intercesor, Jesucristo. Implica amar y venerar a esta Santísima Madre, que está siempre rogando por nosotros y que, recordemos, tiene el privilegio de poder hacer cambiar de opinión a su Hijo, como demostró en Caná. ¿Se puede ser cristiano sin venerar a María? Por poderse... pero como decía un colega, la diferencia entre ser cristiano con María o sin ella es la diferencia entre ir a América en avión o ir a nado. Se llega más fácil a Dios por ella. Pero aún más importante: si eres cristiano, obedeces a Cristo, y Cristo nos la dejó como madre. O sea que el cristianismo que acepta a María y la venera es mucho más obediente a Jesús, y por tanto ¡mucho más cristiano!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estos son los presupuestos básicos de todo cristiano, sin lugar a dudas como bien dices. Un saludo Lukas.