Libertad para expresar desacuerdo, pero nunca acuerdo. Libertad para yo no me conformo, para yo pienso así, para así soy yo y también las cosas. Libres, libres para convertir mis convicciones firmes y las opiniones de mi vecino en dogmas igualmente respetables. Libertad para decir ¡soy libre!, pero que nadie se le ocurra decir somos esclavos. Libres como son libres los pájaros obligados a volar constantemente, sin poder jamás descansar. Os presento a santa Libertad de expresión. Y, ante su nombre, toda rodilla se doblará.
(Y nadie, tenedlo muy claro, podrá decir nada contra ella.)
miércoles, 9 de enero de 2008
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2 comentarios:
¡Este es el momento que estabamos esperando!
Muchas gracias, seguro que vas a aportar un montón por aquí.
Un abrazo!
Joe... no lo digas alto, a ver si van a censurarte...
Ya sabes, lo que enseña la educación para la ciudadania
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