martes, 26 de agosto de 2008

Encuentro

Nos encontramos a una hora determinada, en un lugar que era ése y no otro. Un saludo, y respuesta. Aridez al tratar temas personales: sí, le va bien; sí, todo correcto. La distancia entre nosotros la siento infinita, tanto como es posible en un mundo material.

Y, de pronto, alza los ojos, y me mira. Se despide sin llorar, y me deja traspasado, descolocado por la lágrima que no he visto pero sí intuido, consumido en el deseo, en este extraño deseo, en este inexplicable deseo de creciente de ir tras él, darle un abrazo y salvarle.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Lukas, soy Spektro. No sé de quién hablas, pero veo que hablas de despedidas. Por tanto, aprovecho para despedirme yo también. Tras más de tres meses "discutiendo" con ateos y católico-romanos, he observado que el resultado es lamentable. Lejos de hacer buena prensa de mi denominación cristiana, lo que creo es que despierto rivalidad, en lugar de empatía. Si defiendo mal un tema, o si lo defiendo bien, da igual, porque el resultado siempre suele ser el mismo: rivalidad. Así que he decidido destruir mis blogs, e incluso destruir el personaje llamado Spektro, y dejar de escribir en la red definitivamente. Como bien dices, la vanidad lo cubre casi todo, y yo estaba progresando más en vanidad que en cristianismo con tanta polémica on line.

No quería irme, eso sí, sin despedirme de tí y sin dejarte a tí mi último comentario bloggero de la red (es el mejor lugar donde escribir mis últimas líneas como Spektro).

Un fortísimo y sincero abrazo, Lukas, eres un cristiano de pies a cabeza. Que la Paz del Reino sea contigo. Por conocerte a tí on line, ha merecido la pena escribir en la red. Es lo único que valoro positivamente, haber conocido gente como tú. Pero tengo que dejar de escribir, antes de que mi henchida vanidad me perjudique aun más en mi intento de alcanar una vida cristiana. He hecho balance, y no me gusta el resultado, es mejor que deje de escribir.

Hasta siempre. Que Dios te bendiga Lukas Romero.

Spektro

Alex dijo...

Hola muy bueno el blog!!! es muy lindo trabajar por la verdadera vida!! linkeamos su blog en el nuestro. soy misionero y este es nuestro blog www.misionerosalesiano.blogspot.com

Saludos y que Dios te bendiga

Analía dijo...

Me han venido a la cabeza algunas imagenes personales mientras leía esto.
Y lloré. Quizás imaginando ir detrás de ese alguien, en un encuentro comenzado en distancia y terminado con la tremenda sensación de desear ese abrazo...y salvarlo...y salvarme.
Cuánto abre el corazón, una mirada de encuentro.

Ciudadano de Sión dijo...

Gracias, chicos, por comentar.

Spektro: lamento que te retires, era interesante hablar contigo. Pero entiendo las razones que das: lo primero es el camino a la relaxción pura con Cristo. Al fin y al cabo, si uno gana el mundo entero pero pierde su alma, ¿de qué le sirve? Rezo por ti, para que Dios te cuide mucho, y para que puedas aprender a mirar la Iglesia católica con buenos ojos.

Analía, gracias por comentar. Me alegra sabern que las cosas que se me ocurren sirven para algo.

Misionerosalesiano, gracias por pasarte por aquí. En cuanto tenga tiempo te devuelvo la visita.

Lukas Romero

Anthony Steel dijo...

Vamos dejando atrás partes de nosotros mismos, amigos, costumbres, ciudades, recuerdos, sueños, rencores, amarguras, pecados. Todo es parte del Plan para nuestras vidas… por difícil que nos sea entenderlo o incluso aceptarlo. Y siempre nos preguntaremos qué podríamos haber hecho, qué hubiéramos cambiado. Quizá esa experiencia nos sirva para salvar a alguien que sí estará en nuestras manos, al alcance de nuestros brazos.

¡Bendiciones!