miércoles, 23 de abril de 2008

La muerte es absorbida en la victoria

Estaba hablando con una persona no creyente que tiene miedo a morirse (pues claro...). Pero esta persona me argumentaba que todos tenemos miedo a la muerte por sernos desconocida, y que incluso había conocido cristianos que creían en el cielo y todo, y que admitían sentir PÁNICO al pensar en el más allá. Y pensé que me tocaría decir algo, porque creo que ese pánico es todo un antitestimonio del cristianismo.

Como dice un monje anciano y ciego en la película "El gran silencio", un cristiano no debe tener ese miedo. ¿Qué clase de cristiano le tendrá miedo a la muerte? Pues el cristiano de segunda, o como lo llama mi padre, el cristiano descafeinado. Una persona enamorada de Dios ¡se imagina la muerte con alegría! ¿Qué habrá luego? Y yo qué sé, pero será buenísimo... es la incertidumbre que sale en la canción de "I can only imagine": ¿cómo será tu rostro? ¿Podré bailar para ti? ¿Podré hablarte? No sabemos cómo será el Cielo, pero sabemos que será bueno, mejor, que será espectacular, que estaremos con Dios... Además, ¿cómo va la gente a darse cuenta de que Cristo es el Dios auténtico, si no nos ven seguros de sus promesas? Pues estémoslo, y digamos con huevos que no tenemos miedo a morir, que esperamos el momento para irnos junto a nuestro marido Jesucristo.

Dice san Pablo que la muerte es "absorbida en la victoria". San Basilio le dijo al emperador cuando le amenazó de muerte: "¿Qué puedes hacerme? Si me matas, me voy con Dios." Santa Teresa de Ávila ansiaba tanto la muerte para unirse con su amado que dijo morir (en sentido figurado) porque no moría (en sentido real)...

Pues sigamos el ejemplo de los santos, hermanos, y esperemos el momento en que seremos, de forma plena, auténticos ciudadandos de Sión. Vale la pena.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es Lukas. Temer a la muerte es un contrasentido en la vida de un cristiano. Cristo venció a la muerte, Nuestra fe estaría comprometida si tuvieramos miedo a la muerte. No hace falta añadir más palabras de las que ya mencionas.

Opusprima

Anónimo dijo...

Debo reconocerlo. Me he sentido plenamente identificado con la figura del cristiano que, en ocasiones, siente como una angustia indescripitible le aprisiona el pecho cuando piensa en la muerte. Tal vez te haya comentado algunos de esos episodios, Lukas, no estoy seguro.
Y tienes toda la razón: el verdadero cristiano no debe temer a la muerte nunca. Es una falta de coherencia, y denota una falta de confianza en la Palabra de Jesús que dice bien poco de el Amor que un auténtico cristiano debería profesarle.
Creo que no me resta nada más que decir. Un abrazo. Y espero tener noticias tuyas más... personales, pronto.

Ciudadano de Sión dijo...

Gracias por comentar, Juanma y Opusprima.

Juanma, tienes razón, hemos de quedar, antes de que "yo ya no esté", como dice Deluxe (si es que llega a ocurrir). De todas formas, tranquilízate pensando que el miedo a la muerte tiene base natural. De hecho, yo creo que mi no-miedo tiene una parte (¡una parte, ojo!) muy poco espiritual: simplemente que soy joven y la veo lejos. Pero sea eso o sea lo que sea, lo cierto es que Jesús nos dijo "no temáis", y en esa exhortación global estoy segurísimo que incluía una mención muy especial a la muerte.

Lo dicho: el miedo a la muerte es natural... lo que pasa es que los cristianos tenemos que ser sobrenaturales.

Anónimo dijo...

Absor"b"ida, con be larga!!!

Ciudadano de Sión dijo...

Vaya, gracias... ahora lo cambio. Es la primera falta de ortografía en mucho tiempo.

Por cierto, ¿quién eres?

Lukas Romero