Es casi un transplante de ojos: hemos de llegar al punto en que nuestra forma de mirar el mundo en todo nos haga percibir a Dios. Todos los cristianos necesitamos esta actitud, la de mirar al prójimo y ver en él a Cristo, la de andar por la calle y saber que Él camina a nuestro lado. La de sabernos en todo momento en su presencia, y tratar de agradarle con lo que estemos haciendo. Sin esto, nuestro cristianismo se reduciría a una patética "función" en nuestra vida, y no es eso lo que somos los cristianos: somos los redimidos de Dios, aquéllos a los que ha salvado de la podredumbre del mundo y que estamos obligados a anunciar el Evangelio. Y ¿qué clase de enamorados, de siervos, de redimidos somos? ¿Encajan estos nombres con la actitud del que es cristiano a veces, del que no ve a Dios en todo y todos?
Me diréis que es más fácil hablar que hacer. Soy consciente, de hecho yo mismo soy el primer oyente interesado en lo que digo. Pero hagámonos a la idea: estamos llamados a la santidad, es decir, a vivir para la gloria de Dios y el servicio del prójimo, en el que descubrimos a Cristo. Pero nadie da lo que no tiene. ¿Cómo vamos a vivir para la gloria de Dios si no le tenemos siempre presente? Pensar en Dios hagas lo que hagas es el fundamente básico para la santidad en lo ordinario. Y ésta es la vocación primordial de todo cristiano.
"¿Y cómo lo hago?" ¡Ah, pídeselo, pídeselo! Cada mañana, al levantarte: "Señor, déjame verte en todo y todos. María, ángel de mi guarda, concededme esta gracia. Ayudadme a dar gloria a Dios y servir a los demás." Recordemos que Dios dijo que el que pidiera, se le daría.
jueves, 29 de mayo de 2008
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4 comentarios:
Hola Lukas:
Cuanta razón tienes, nuestros ojos tienen que saber buscar para encontrar la belleza.
En nuestro corazón hacer silencio y notaremos que toda la creación murmulla, como suave brisa que nos habla de Dios.
Nuestro ser empequeñecer para que sea Él que es Santo habite en nos y así alcanzar la santidad que leíamos en la carta de San Pedro ayer:
'El que os llamó es santo; como Él, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, porque dice la Escritura: "Seréis santos, porque yo soy santo." '
1Pedro 1,10-16
...y no se refiere a sacerdotes, frailes y monjes,no, habla a todos los cristianos.
A menudo las cosas cotidianas me distraen de lo importante, pero siempre puedes tener y estar en tu corazón en Adoración Perpetua. El que lo intenta descubrirá a Dios dentro, fuera, ahora sí que por delante y por detrás, Todo en todos.
Me gusta mucho leerte, buena madera para esta lumbre.
Gracias por comentar, Elinge. Cuidate.
Buf, hace mucho tiempo que no entro y has puesto demasiadas cosas nuevas, jajaja.
Como entenderás, no voy a ponerme a leerlo todo, jeje, de todas formas comprendo que yo no soy el lector modelo de lo que escribes, jeje, así que tampoco perdemos nada por mi ignorancia.
De todas formas, este último texto sí lo he leído y me ha servido para reafirmarme en mi idea primera, no va dirigido a mí (es como cuando alguien viene y me dice: sabías que la agresividad es consecuencia de la falta de vocabulario? pues sí, lo sé, estudio magisterio)
Bueno, espero que comprendas que no sea un lector asiduo, jeje, Cuidate mucho.
Lo comprendo, Semi. Sé que tienes una formación en etos temas superior a la mía, y raro será lo que yo diga y tú no hayas oído mil veces.
Aún así no sé cuál crees que es el lector modelo para estas reflexiones. No aporto nada nuevo, pero, ¿acaso el cristianismo no es vivencia? No se trata de aprender cosas nuevas, sino de vivir constantemente mejorando y santificándose mediante la puesta en práctica de las que conocemos. Yo mismo aprendo de lo que escribo, y eso a priori es absurdo, puesto que sale de mí. Si eres cristiano, me dirijo a ti. Otra cosa es que no te sirva porque en tu crecimiento espiritual vas muy por delante de lo que indican estos pequeños textos. En ese caso, enhorabuena y sólo decirte que intentes no caer en soberbia espiritual, que según he oído suele atacar a los que van más avanzados.
Dios te bendiga y cuidate, Semi. Gracias por pasarte y comentar, aunque sea para descubrirme mi pequeñez. Gracias.
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