martes, 26 de agosto de 2008

Encuentro

Nos encontramos a una hora determinada, en un lugar que era ése y no otro. Un saludo, y respuesta. Aridez al tratar temas personales: sí, le va bien; sí, todo correcto. La distancia entre nosotros la siento infinita, tanto como es posible en un mundo material.

Y, de pronto, alza los ojos, y me mira. Se despide sin llorar, y me deja traspasado, descolocado por la lágrima que no he visto pero sí intuido, consumido en el deseo, en este extraño deseo, en este inexplicable deseo de creciente de ir tras él, darle un abrazo y salvarle.

lunes, 25 de agosto de 2008

Frases de la peregrinación

Bueno, pues ahora que he vuelto de peregrinar (Lourdes, Javier, sto. Toribio de Liébana, Covadonga, Oviedo y Ávila), volvemos a la carga. De entrada, os dejo estas tres frases que he oído a lo largo de la peregrinación y que me sorprendieron.

"Sed buenos si podéis, que el resto es todo vanidad." (San Felipe Neri)

"O santos, o muertos." (Dicho por la hermana María de san José -OCD-, en clausura en el convento de la Encarnación en Ávila)

"Sacerdote, celebra esta eucaristía como si fuera tu primera misa, tu última misa, tu única misa." (Escrito en la pared de la sacristía de la iglesia del convento de la Encarnación en Ávila)

domingo, 17 de agosto de 2008

DE PEREGRINACIÓN

Me voy de peregrinación desde hoy domingo hasta el domingo que viene. Voy a suprimir la moderación de comentarios durante esta semana, para que si alguien quiere comentar pueda hacerlo sin tener que esperar una semana para poder leer su propio comentario. Pero que no espere que le responda. Por lo demás, que Dios os bendiga.

viernes, 15 de agosto de 2008

Oración a María

¡Que me bese con sus labios maternales! Oh, madre, rodéame con tu ternura, engaláname con tus virtudes, cíñeme con tu castidad inmaculada y perfecta. Tú que eres la Reina del Cielo, enséñame la humildad que te valió ese puesto. Tú que eres la más hermosa, enséñame la pequeñez por la que recibiste esa recompensa. Ayúdame a crecer en virtud y amor y a permanecer en la sombra, como hiciste tú. Que mi vida sea un fiel reflejo de la tuya, para que merezca un día contemplar al Dios que amo y tú llevaste en tu vientre. Y, cuando muera, llévame en brazos hasta el trono del Cielo, ofréceme tú a tu Hijo tan amado por mí, para que mi miseria y mi debilidad no sean rechazadas. Hasta entonces, acéptame como tu siervo y esclavo: el esclavo de la Esclava, el siervo de la Sierva. Ruega por mí, preciosa María, para que jamás desfallezca. Amén.

El signo

En el segundo versículo del capítulo 6 de san Juan, he leído una cosa que me ha hecho meditar: "mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos". Es un versículo bastante corriente, pero hoy ha tocado con especial fuerza mi corazón.

Lo primero que me ha hecho pensar es en lo enfermo que estoy, en mi terrible enfermedad del alma, que me impide orar como es debido, amar a Dios y a los demás con auténtica entrega, superar mi egoísmo y mis ganas de llamar la atención y de ser el centro... Al leer eso, me he visto como uno de esos pobres enfermos a los que Jesús con infinita misericordia tocaba y sanaba. Él sabe lo malo que soy, pero no me juzga, no me recrimina, sino que me ofrece la salud espiritual, y eso es maravilloso.

Pero no sólo he pensado eso, sino que tembién he visto otra cosa impresionante: la gente seguirá a Dios cuando vean su actuación en mí, como ya osn decía en "Andar sobre el agua". Me tengo que dejar curar por Dios, tengo que dejar que el toque mi alma egoísta y cerrada, pero no sólo por mi propio bien, porque eso sea la fuente de mi esperanza y la auténtica vida, sino porque a través de mi curación ¡muchas personas podrían seguirle! ¡A través de mi dócil disposición a ser curado, tantas gentes podrán ver el milagro de Dios en mí y seguirle a Él! ¡Yo puedo ser un signo claro de Dios!

Me maravilla pensar en lo que Dios podría hacer a través de mí, de nosotros, si sólo fuéramos un poco más dóciles y nos dejáramos curar, modelar, corregir por su Amor inmenso. De veras creo que podríamos cambiar el mundo.